ARTICULO: ¿QUÉ ES LA IMAGEN PÚBLICA?
QUE ES LA IMAGEN PÚBLICA?
Arturo G. Barroso Merino
tuimagenytu@gmail.com
En años recientes, la imagen pública se ha convertido en un área que los personajes, empresas, instituciones, partidos políticos, organizaciones y personas en general cuidan de manera sistemática. Ellos saben que la imagen pública es un elemento que adquiere especial importancia, ya que ésta representa un aspecto fundamental de las comunicaciones estratégicas que los actores comunicativos establecen - de forma consciente o no - con otras personas, medios de comunicación, líderes de opinión, clientes, proveedores etc.
Seguro, ha detectado en el medio político, artístico, o social personas que muestran gran incongruencia entre su forma de expresarse, el cargo que ocupan, la actividad que desempeñan, su nivel de autoridad, la forma de vestirse, de comportarse, y hasta en sus posturas y ademanes corporales. Estas son algunas inconsistencias que nos causan disonancia y por lo tanto desconfianza.
Esta disonancia percibida, es una mezcla de varios aspectos que están relacionados con la imagen, además de la persona en sí misma: los logos, la tipografía, publicidad, la apariencia de los empleados, su comunicación verbal, la decoración, la iluminación, su comunicación en el ciberespacio (pagina web, blog, redes sociales chats), la expresión y gesticulaciones con los que atienden al público, además de los mencionados en el párrafo anterior.
He escuchado a personas decir “yo soy así y no me importa lo que los otros piensen de mí”, eso puede sonar muy valiente, desafiante y auténtico, sin embargo en el ámbito de las relaciones públicas es una filosofía autodestructiva, ya que esos “otros” son nuestros clientes, proveedores, intermediarios, empleados, jefes, accionistas, vecinos, compañeros, amigos, socios etc.
La imagen púbica es una responsabilidad que recae en la dirección, quien debe asegurarse de que baje por la pirámide de toda la organización y en mayor medida cuando estas personas por su trabajo, cargo, función, o área de desempeño deben estar en contacto frecuente y constante con otras personas u organizaciones.
Existen varias formas de definir la imagen pública, Citlalic Peralta, consultora de imagen del ITESM campus Estado de México, la define como “la percepción dominante que una colectividad establece respecto de un actor, institución o referente cultural, con base en las impresiones, estímulos y la información que recibe”.
A las consultorías en imagen pública se les conoce como “intervenciones” y tienen una naturaleza integral. Jaime Gordoa, en su libro “El poder de la imagen” nos dice: “La intervención en imagen pública nos obliga a reparar en seis ámbitos fundamentales de expresividad: imagen física, imagen profesional, imagen verbal, imagen visual, imagen audiovisual e imagen ambiental.”
Sobre el concepto de imagen pública que hemos referido, es indispensable tener presente tres aspectos. El primero, entender que la imagen representa un efecto interno en el cual intervienen algunos factores externos que condicionan el sentido de la expresividad. El segundo, que la imagen pública representa un juicio de valor cultural. Y por último, que el desarrollo de una imagen pública involucra un proceso de comunicación dirigido.
Como ejemplos de lo anterior, en nuestra cultura, la barba cerrada sin rasurar o crecida tiene connotaciones de maldad, suciedad y no confiable. ( Recuerda a chespirito en los caquitos?). La dentadura descuidada o el mal aliento le agregan significados negativos a lo que la persona dice.
El consultor verdaderamente debe conocer a la persona o al personaje.
• El consultor debe reconocer la “esencia del personaje”. La esencia no debe ser alterada por el consultor. El personaje perdería sus convicciones y podría incurrir en contradicciones que le restarían credibilidad.
• A partir de la definición del personaje real, el consultor podrá sugerir la imagen personal que resulte congruente con las posibilidades expresivas de la persona real y, evitando incurrir en un esfuerzo cosmético.
• Gracias al reconocimiento de las anteriores premisas será posible determinar el estilo que manejará el personaje.
• Por último, definir las acciones comunicativas a realizar para facilitar la proyección del personaje público.
En la imagen profesional personal, debemos tomar en consideración los protocolos que supone el desarrollo de las actividades profesionales que definen la normalidad del comportamiento a observar en un determinado gremio, contexto o sector. Dichos protocolos tienen que ver con las formas, tiempos, lugares, prácticas y ritos que han sido sancionados como “culturalmente normales” en la actividad profesional de quienes integran un grupo. El comportamiento en una sala de espera, la forma de saludar y presentarse, el manejo de juntas, son ejemplos de protocolos que distinguen la imagen profesional de un gremio u ocupación. Asimismo, dichos protocolos deben ser utilizados y revisados en el manejo de crisis, el cual cuestiona la identidad y los valores de las personas.
Una buena imagen es asociada con eficiencia y se relaciona con calidad, credibilidad, seriedad y poder. Así que amigo lector ¿qué imagen pública es la que desea proyectar en el ámbito en el que se desenvuelve?